La reparación biológica del cartílago empieza a ser posible con las nuevas tecnologías. El atelocolágeno (colágeno tipo 1), se inyecta en la lesión, junto con un material que le confiere consistencia y un aporte de nutrientes. Previamente realizamos unas microperforaciones, a través del sangrado obtenemos las células mesenquimales y el coágulo con los factores de crecimiento. El producto protege mecanicamente las células mesenquimales y el coágulo que se forma tras las microperforaciones. Crea un ambiente propicio para la regeneración, debido  a los efectos positivos del colágeno tipo 1 y los nutrientes celulares que se aportan.

En el video observamos la lesión condral en la rodilla de un deportista joven. Haciendo surf se lesionó el ligamento cruzado anterior (LCA), produciéndose también un traumatismo en el cartílago del cóndilo femoral interno. Se muestra en secuencias el relleno de la úlcera con atelocolágeno, en el mismo acto quirúrgico de la reconstrucción del LCA.

Observamos la lesión como un área de reblandecimiento (lesión tipo 3 de Outerbridge del cartílago). Primero limpiamos los bordes con una cucharilla. 

 

Con un instrumento especial se realizan perforaciones hasta el hueso subcondral, para que puedan acudir células mesenquimales de la médula ósea con el objetivo de regenerar la lesión.

 

Toda la técnica la estamos realizando por artroscopia. Esto significa que la incisión en la piel es mínima, trabajamos bajo visión directa con una cámara, y el paciente puede ser dado de alta incluso el mismo día, pues es un procedimiento poco doloroso. Cuando empezamos a introducir el atelocolágeno, primero debemos extraer el agua de la articulación. El gel colocado en la úlcera del cartílago, servirá de medio de crecimiento para las células cuya salida hemos forzado al realizar las microperforaciones. También permitirá que estas no escapen por toda la rodilla, que es lo que pasa cuando solamente realizamos microperforaciones.

 

A medida que el gel de atelocolágeno se hace más consistente, lo vamos moldeando y adaptando a la talla de la lesión del cartílago.

 

Finalmente, comprobamos la estabilidad con el movimiento de la rodilla. Aquí se puede comprobar como permanece en su lugar.

 

 

 

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